En un mundo regido por modas, en el que lo visual y el cómo nos ven adquiere cada día más importancia, la red social fotográfica por excelencia, Instagram, ha decidido dar un giro de 180º a su imagen. Vintage, retro, de moda… así es como calificaríamos al logotipo de esta app hasta hace un par de días cuando la marca, que pertenece a Facebook desde 2012, decidió dejar de ser lo que era, una red de fotografías, para convertirse en una nueva Red Social en la que los usuarios pueden no sólo compartir imágenes, sino también contar historias.

La red de Instagram cuenta con más de 400 millones de usuarios y se estima que se comparten al día 80 millones de fotos y videos. Sólo en España existen 7,4 millones de usuarios activos de Instagram, de los cuales un 66% entra a diario en la red para seguir a sus amigos, familia, empresas favoritas, famosos… o publicar sus contenidos.

Lo retro está de moda. Barbudos y ropas de antaño copan nuestras calles. Una vida sencilla en la que palés de madera desechados por sus poseedores son reciclados por doquier. Baldas, sofás, somieres, maceteros, reutilización de las tablas por separado… el reciclaje en su máximo exponente. La era de el tesoro de la basura. Lo que tu no usas es el tesoro de otro. Lo antiguo está de moda.

Es en este marco social en el que la app cuyo logo más se asemejaba a estos cánones cuando decide dar un cambio radical. El dibujito que aparece en la pantalla para entrar a esta más que utilizada app ya no parece una cámara de fotos antigua. Ahora es un arcoíris de color. La compañía justifica el cambio: «Hemos creado un nuevo icono de la aplicación Instagram y un conjunto de iconos unificados para Hyperlapse, Presentación y Boomerang. También hemos refrescado la interfaz de usuario con un diseño más simple, más consistente que ayuda a la gente a que sus fotos y vídeos brillen», aseguran desde su web oficial.

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Pero la red ya se ha llenado de memes que recrean cómo se creó este nuevo logotipo. Críticas a favor y en contra que acabarán en nada, ya que nos guste o no, el cambio es lo que prevalece y habrá que acostumbrarse.

Ian Spalter, Head of Design de Instagram, dijo que: “Nos dimos cuenta de que teníamos que dejar atrás una cámara prestada». Tal vez tenga razón. Desde luego, y en este caso más que nunca, para gustos están los colores.