Las personas que comienzan la universidad con más de 25 años tienen más experiencia y las ideas más claras, por lo que sus resultados académicos suelen ser mejores que los de sus compañeros

El paso de EGB a Bachillerato fue “duro” para Diego. “Me fui por ciencias puras y me pegué contra un muro”, dice de Anta. Repitió primero de BUP y antes de terminar COU, decidió dejar los estudios y ponerse a trabajar. Un día vio un cartel de un curso de acceso a la universidad para mayores de 25 años, y se apuntó. Aprobó primero y se matriculó en Periodismo en la Universidad en septiembre de 2010. Hoy, a los 39, está en tercero y con buenas notas. Explica que las vivencias personales y profesionales le facilitan el aprendizaje. “La experiencia es un punto y cuando empiezas a estudiar de nuevo, no lo haces para perder ya no sólo el tiempo, sino también el dinero”, cuenta el futuro periodista.

En los últimos años ha aumentado un 16% el número de nuevos estudiantes de más de 25 años en la UPV/EHU, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Mientras, las matriculaciones de los más jóvenes descienden un 1,53%, tal y como muestran las estadísticas del INE. Es posible que la creciente crisis esté empujando a colectivos de más edad a retomar los estudios. Lydia, de 27 años, que estudia Publicidad en la UPV dice que decidió emprender un Grado porque no encontraba trabajo y prefería seguir formándose en lugar de estar parada.

Volver a estudiar no es una decisión fácil. Muchos de estos alumnos mayores compaginan la vida laboral o familiar con la carrera, y otros menos afortunados, a los que la crisis les ha pillado de lleno, tienen la sensación de estar “perdiendo el tiempo” y “frenando” en cierto modo su vida profesional, aunque saben que no es así. “Me gustaría poder estar trabajando en lugar de acudir a diario a clase y sentarme a escuchar lo que me cuentan, pero sé que estar en la universidad hoy, me ayudará en mi futuro”, cuenta Lydia.

Existe la sensación entre los profesores de que los alumnos con más edad obtienen mejores resultados académicos. “Vienen con las cosas más claras y aportan más al desarrollo de la clase”, afirma María Ganzabal, profesora de la UPV/EHU. No existen estudios al respecto, pero según Ainhoa Novo, vicedecana de la universidad, los alumnos más mayores “muestran un interés añadido, se implican más y se toman sus estudios con mucha más seriedad”. Terese Mendiguren, compañera de Ganzabal, opina que la madurez hace que si estudian es porque realmente tienen interés, y “se nota”. Cristina Lavía, profesora de Sociología, afirma que su experiencia personal es que el alumnado de ese perfil está más motivado, con las ideas más claras y, al final, incluso, obtiene mejores resultados académicos que otros estudiantes. No obstante, se aventura a sugerir que: “Tal vez no sea tan sólo una cuestión de la madurez de la edad, sino también de la formación previa”.

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